5 trucos para tener la nevera bien organizada
Descubre cómo almacenar correctamente los distintos tipos de alimentos en la nevera para conservarlos de forma adecuada.
2. Colocar las frutas por un lado y las verduras por otro en los cajones de la parte baja de la nevera
Antes de colocarlas en el frigorífico, lávalas y sécalas.
Pon las piezas sueltas, sin bolsas de plástico, redecillas o cartones, y mantén la fruta en un cajón y la verdura en otro para que estén siempre separadas. De este modo, la verdura se mantendrá más tiempo fresca, porque la fruta desprende gas etileno que puede estropearla.
La temperatura de conservación ideal de frutas y verduras está alrededor de los 8ºC por lo que tendrían que colocarse siempre en la zona más baja de la nevera.
Antes de colocarlas en el frigorífico, lávalas y sécalas.
Pon las piezas sueltas, sin bolsas de plástico, redecillas o cartones, y mantén la fruta en un cajón y la verdura en otro para que estén siempre separadas. De este modo, la verdura se mantendrá más tiempo fresca, porque la fruta desprende gas etileno que puede estropearla.
La temperatura de conservación ideal de frutas y verduras está alrededor de los 8ºC por lo que tendrían que colocarse siempre en la zona más baja de la nevera.
3. Mantener los huevos en su cartón original en la zona fría y los cartones de leche en la puerta de la nevera
Aunque en la mayoría de frigoríficos existe un compartimento especial para almacenar los huevos, se mantendrán frescos más tiempo si los colocas con su cartón original.
Ten en cuenta que cualquier tipo de plato que hayas preparado con huevo fresco deberás consumirlo antes de 24 horas, conservados a una temperatura de entre 4 y 8ºC –la zona baja de la nevera–, en frascos herméticos.
Almacena los lácteos frescos, como quesos y yogures en zonas frías de la nevera, a una temperatura entre 5 y 10ºC. Fíjate en colocar delante los que tengan una fecha de caducidad más próxima. La zona de la puerta de la nevera es la menos fría, por lo que puedes colocar en ella los briks de leche pasteurizada.
Electrodomésticos inteligentes: El futuro está aquí
Aunque en la mayoría de frigoríficos existe un compartimento especial para almacenar los huevos, se mantendrán frescos más tiempo si los colocas con su cartón original.
Ten en cuenta que cualquier tipo de plato que hayas preparado con huevo fresco deberás consumirlo antes de 24 horas, conservados a una temperatura de entre 4 y 8ºC –la zona baja de la nevera–, en frascos herméticos.
Almacena los lácteos frescos, como quesos y yogures en zonas frías de la nevera, a una temperatura entre 5 y 10ºC. Fíjate en colocar delante los que tengan una fecha de caducidad más próxima. La zona de la puerta de la nevera es la menos fría, por lo que puedes colocar en ella los briks de leche pasteurizada.
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4. Poner los platos ya cocinados y envases de conservas abiertos dentro de recipientes cerrados y en la zona media o alta de la nevera
Las conservas y alimentos preparados no perecederos pueden almacenarse en la despensa. Cuando los hayas abierto y, si han quedado restos, tendrás que colocarlos en el interior de la nevera para consumirlos en un máximo de 3 a 5 días.
En cuanto a los alimentos cocinados y las sobras tendrás que colocarlas en recipientes perfectamente cerrados. Los envases transparentes te ayudarán a identificar mejor el contenido. Colócalos en los estantes medios o superiores de la nevera; nunca guardes un plato que todavía esté caliente en el frigorífico, para evitar la alteración de la temperatura interior del frigorífico.
7 maneras de tener una cocina más organizada, cómoda y especial
Las conservas y alimentos preparados no perecederos pueden almacenarse en la despensa. Cuando los hayas abierto y, si han quedado restos, tendrás que colocarlos en el interior de la nevera para consumirlos en un máximo de 3 a 5 días.
En cuanto a los alimentos cocinados y las sobras tendrás que colocarlas en recipientes perfectamente cerrados. Los envases transparentes te ayudarán a identificar mejor el contenido. Colócalos en los estantes medios o superiores de la nevera; nunca guardes un plato que todavía esté caliente en el frigorífico, para evitar la alteración de la temperatura interior del frigorífico.
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5. Introducir los alimentos congelados en bolsas o recipientes herméticos individuales en el congelador
Etiqueta los congelados antes de introducirlos, indicando fecha y contenido, preferiblemente en bolsas o recipientes herméticos individuales; así solo tendrás que ir descongelando a medida que vayas necesitando.
Revisa las fechas cada cierto tiempo para evitar que caduquen. Coloca encima lo que vayas a consumir antes y evitarás desperdiciar alimentos. Utiliza los cajones superiores para guardar los productos que utilices a menudo; en los inferiores, pon los de consumo más esporádico.
Más ideas en la sección ‘Cocina’ de la Revista Houzz España
¿Y TÚ?
¿Cómo tienes organizada la nevera? Cuéntanoslo en la sección de comentarios
Etiqueta los congelados antes de introducirlos, indicando fecha y contenido, preferiblemente en bolsas o recipientes herméticos individuales; así solo tendrás que ir descongelando a medida que vayas necesitando.
Revisa las fechas cada cierto tiempo para evitar que caduquen. Coloca encima lo que vayas a consumir antes y evitarás desperdiciar alimentos. Utiliza los cajones superiores para guardar los productos que utilices a menudo; en los inferiores, pon los de consumo más esporádico.
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Mantén la carne y el pescado en su envase original o en bolsas perfectamente herméticos, no se mezclarán olores ni sabores y evitarás contaminaciones cruzadas. Colócalos en la parte baja de la nevera, que es la zona más fría, sobre los cajones de frutas y verduras, o en un compartimento especial que mantendrá la correcta temperatura de conservación.
No sobrecargues el frigorífico. Para que funcione y enfríe correctamente es necesario que circule el aire. Solo así la temperatura general ideal, de 5ºC, será estable.