Baño compartido: Consejos de diseño para evitar los codazos matutinos
Garantizar el uso simultáneo de la estancia y asegurar un espacio cómodo a cada usuario son las claves en un aseo para dos o más personas.
El principal reto que hay que afrontar a la hora de proyectar un baño compartido es conseguir que dos o más personas puedan usarlo al mismo tiempo, sin molestias y con un espacio propio e íntimo. Con estos diez consejos descubrirás a continuación los mejores trucos prácticos para disfrutar de un ambiente libre de estrecheces, tanto si se trata del baño incluido en el dormitorio principal de la vivienda como del familiar.
Delimita las distintas zonas. Todos los cuartos de baño, pero especialmente los compartidos por varias personas, deben tener una distribución clara de cada una de las funciones; una disposición espacial que permita delimitar sin problemas las diferentes zonas de uso en que se divide esta estancia: tocador, aguas y sanitarios. Es importante racionalizar al máximo el espacio disponible, incrementando su funcionalidad y consiguiendo así un ambiente más cómodo. Es posible, además, garantizar la intimidad necesaria a sus usuarios, sobre todo si se cuenta con los metros necesarios, aislando la ducha y los sanitarios.
Dos lavamanos independientes. Es una de las mejores opciones para que varias personas usen el cuarto de baño al mismo tiempo y de forma cómoda. Con dos lavabos independientes, o una doble zona de tocador, se reduce el tiempo de espera cuando más de dos personas han de usarlo. Y si es un baño en un dormitorio o que va a usar una pareja, esto permitirá que cada uno disponga de un espacio propio en el que realizar su higiene diaria a su ritmo.
Un baño para dos: Claves para que no resulte agobiante
Un baño para dos: Claves para que no resulte agobiante
Ducha doble. Igual que el lavamos, también es muy útil disponer de dos duchas. El ritmo de vida actual favorece un mayor uso de la ducha en el aseo diario. Por ello, en baños para dos o más personas resulta muy efectivo situar un doble plato de ducha o bien uno único pero de generosas dimensiones y con griferías y rociadores independientes. Una medida muy práctica, que contribuye a minimizar las prisas de la mañana.
Equipamiento completo. Siempre que el cuarto de baño cuente con los metros necesarios, resulta un acierto instalar una ducha y una bañera en el mismo espacio. Una solución que no solo favorece el uso simultáneo de la estancia, sino que también contribuye a que los usuarios puedan disfrutar de los placeres de una ducha rápida por la mañana y de un reparador baño por la noche. Aunque lo ideal es situar ambos elementos en paralelo o en línea, su ubicación vendrá determinada por la planta del baño.
Bañeras con doble capacidad. ¿Puede haber algo mejor que relajarse al final de la jornada disfrutando de un relajante baño de burbujas, ya sea solo o en buena compañía? Para evitar estrecheces, se comercializan bañeras de generosas dimensiones y diseños específicos para usos compartidos.
Distribución en línea. Es una de las más cómodas en este tipo de estancias, pues deja libre un amplio espacio central de circulación. Recuerda que frente al área de cortesía deben quedar unos 60 cm libres, cifra que se ha de incrementar en 30 cm si se trata de una zona de paso. De este modo, si hay dos o más usuarios utilizando el ambiente al mismo tiempo, se reduce notablemente el riesgo de molestarse los unos a los otros al pasar.
Más imágenes de cuartos de baño aquí
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Áreas independientes. Un excelente recurso a la hora de asegurar la intimidad necesaria en un baño compartido consiste en ubicar los sanitarios y la ducha en un plano anexo al principal tras un muro o murete o, siempre que sea posible, situarlos en una cabina independiente, aislada del resto de la estancia. Una medida que también resulta muy indicada en baños abiertos al dormitorio.
Convierte el dormitorio en un espacio singular integrando el baño
Convierte el dormitorio en un espacio singular integrando el baño
Ambientes ligeros. Una máxima importante en los baños de uso compartido o de reducidas dimensiones, es no equiparlos con demasiados elementos, ya que eso abigarraría el espacio y limitaría su cómoda circulación. En este tipo de estancias cobran un gran protagonismo los elementos que desempeñan más de una función y las piezas de gran tamaño, como el lavamanos de la imagen, que no recarga visualmente la estancia y permite que dos personas lo usen al mismo tiempo.
Mayor capacidad de almacenaje. La necesidad de espacio para guardar los utensilios de aseo se multiplica de forma notable en los baños para dos, por lo que, junto con los clásicos muebles bajo lavabo, es preciso recurrir a otras soluciones. Esto se traduce en baldas o estantes suspendidos de la pared, columnas, bancadas, módulos sobre encimera o armarios tras el espejo.
Haz de tu baño un espacio más confortable
Haz de tu baño un espacio más confortable
Mamparas semitransparentes o decoradas. Las piezas tintadas, serigrafiadas, con franjas de cristal traslúcido –como la de la foto– o personalizadas con imágenes, mensajes e ilustraciones diversas son muy acertadas en baños compartidos, ya que ayudan a preservar la intimidad del usuario. Además, contribuyen a dar un aire muy personal al ambiente.
¿Y TÚ?
¿En casa tienes un solo cuarto de baño de uso familiar? ¿Cuál de estos consejos te ha parecido más útil? Cuéntanoslo en los comentarios.
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