Claves para proyectar la cocina con un presupuesto mínimo
Gastar de forma ajustada en el proyecto de la cocina es una oportunidad para ahondar en buenas ideas y crear un estilo propio.
El concepto low cost aplicado al equipamiento de una cocina consiste principalmente en ahorrar en metros lineales de muebles, elegir electrodomésticos esenciales, optimizar las instalaciones técnicas y en eliminar los detalles superfluos. Sin embargo, el proyecto de distribución no tiene porque ser mediocre y se puede enriquecer con soluciones personalizadas, que son las que, en definitiva, incrementan la calidad. Para empezar, compara tus necesidades reales con lo que te puedes gastar. Así es como sale a la luz lo que es importante y lo que, quizá, no lo es tanto.
Optimizar y racionalizar instalaciones. Detrás de los muebles están las instalaciones y si tienes que ahorrar, será mejor que te adaptes a las conexiones de agua, gas y electricidad originales de la casa.
Si empiezas de cero, en cambio, para ahorrar en tuberías y conseguir una instalación proyectada de forma coherente, de recorridos sencillos y optimizados, conviene hacer coincidir la zona de aguas con algún núcleo húmedo existente. Si se ajustan y optimizan los recorridos, ahorras en tuberías, pero también en albañilería, reduciendo rozas y escombros, por ejemplo.
Otro ahorro es disponer montantes o bajantes dentro de un mueble de suelo a techo, por lo que no tienes que construir mochetas, que por otro lado, también son un obstáculo a la hora de ubicar los muebles. También puedes ahorrar dejando las instalaciones vistas.
Si empiezas de cero, en cambio, para ahorrar en tuberías y conseguir una instalación proyectada de forma coherente, de recorridos sencillos y optimizados, conviene hacer coincidir la zona de aguas con algún núcleo húmedo existente. Si se ajustan y optimizan los recorridos, ahorras en tuberías, pero también en albañilería, reduciendo rozas y escombros, por ejemplo.
Otro ahorro es disponer montantes o bajantes dentro de un mueble de suelo a techo, por lo que no tienes que construir mochetas, que por otro lado, también son un obstáculo a la hora de ubicar los muebles. También puedes ahorrar dejando las instalaciones vistas.
En la cocina hacen falta muchos enchufes. Pero cada enchufe e interruptor cuesta dinero, ya que, por lo menos, intervienen dos gremios para preparar y rematar la instalación: albañiles y electricistas. Dentro del grupo de enchufes imprescindibles están los que abastecen a los electrodomésticos de gran tamaño, pero en el caso de los que se ubican sobre encimera, se puede ser más austero. Se ahorra, por ejemplo,instalando mecanismos de dos o tres toma corrientes juntos o instalando raíles eléctricos de superficie con sistema de enchufes deslizables, para que puedas cubrir distancias más grandes con una sola instalación. Luego, si hay que llevar luz debajo de armarios, aprovecha para instalar el interruptor en el mismo mueble.
Distribuciones económicas. La distribución longitudinal es la más económica y la que mejor puede ajustarse al espacio, sin apenas huecos residuales. El complemento ideal de este tipo de encimeras es un armario entre paredes, de suelo a techo, equipado con estantes y con lugar para instalar el horno, la lavadora y el frigorífico, se puede dejar abierto o cerrar con puertas correderas. Así, eliminas módulos de pared y muebles para encastrar electrodomésticos, con la ventaja de que la cocina te queda más despejada.
La encimera habría que calcularla para un largo estándar, que siempre es más económica que las que se encargan a medida. Las distribuciones en ‘L’ o en ‘U’ suelen ser más caras debido a los muebles de esquina y al ajuste entre encimeras.
Reformas en casa: ¿Se puede cambiar de sitio el baño o la cocina?
La encimera habría que calcularla para un largo estándar, que siempre es más económica que las que se encargan a medida. Las distribuciones en ‘L’ o en ‘U’ suelen ser más caras debido a los muebles de esquina y al ajuste entre encimeras.
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Otra forma de ganar espacio de trabajo a un precio más económico es incorporando a la distribución una isla. Para reducir su precio, emplea una estructura abierta con tapa, de hierro o madera y con una balda inferior de apoyo. Conviene dedicarla a espacio de trabajo en seco, así también puedes elegir para la tapa un material más económico o usar un mueble reciclado
En cuestión de equipamiento lo más importante es la encimera y los muebles inferiores. Para ahorrar en módulos, ubica el horno bajo placa y el frigorífico déjalo exento. El espacio de almacenamiento de pared, lo puedes suplir con baldas y algún aparador, lo que por otro lado le puede dar un toque especial al ambiente. Si quieres ampliar más adelante la distribución, para que no se note el agregado, no conviene elegir el mismo acabado. Busca contrastes compatibles, por ejemplo, blanco con madera, colores complementarios, etc. A la hora de elegir electrodomésticos, aúna prestaciones, por ejemplo, horno multifunción, frigoríficos combi, campanas extractoras integradas en mueble, lavadora y secadora.
Gastar menos… ¿dónde? Lo ideal es confeccionar una lista de compras muy estudiada y contrastada. La clave está en centrarse en las gamas básicas de las marcas reconocidas. Por ejemplo, una pintura plástica buena cubre mejor, por lo que rinde más, y por tanto compensa un precio inicial un poco más elevado y por otro lado se puede emplear casi para todo, sobre madera, DM, melamina, enlucidos, lo que te permite incrementar su rendimiento.
En cuestión de revestimientos conviene reducir esta partida a la zona que está más expuesta a la suciedad y la humedad, como el fregadero, la zona de preparación y los fogones.
En el resto de la cocina se puede aplicar, por ejemplo, una pintura plástica lavable, un papel pintado, un panelado con tableros rechapados, etc. Tampoco conviene alicatar lo que quedará oculto tras los muebles.
En cuestión de revestimientos conviene reducir esta partida a la zona que está más expuesta a la suciedad y la humedad, como el fregadero, la zona de preparación y los fogones.
En el resto de la cocina se puede aplicar, por ejemplo, una pintura plástica lavable, un papel pintado, un panelado con tableros rechapados, etc. Tampoco conviene alicatar lo que quedará oculto tras los muebles.
Si buscas una encimera económica y duradera, la melamina es una buena opción. Hay que apostar, eso sí, por un producto de calidad. Se distingue en la densidad del recubrimiento melamínico, en el tablero soporte, en el aspecto del acabado decorativo.
Para reducir presupuesto también puedes dividir la cocina en zonas que requieren una mayor inversión y áreas en las que se pueden bajar las exigencias. Por ejemplo, para la encimera de trabajo principal, puedes elegir un material porcelánico de alta resistencia al rayado, las manchas y el calor y en cambio, para las zonas de apoyo o trabajos en seco, un tablero enlistonado de madera, por ejemplo.
Cocina de la semana: Look rústico-contemporáneo para toda la familia
Para reducir presupuesto también puedes dividir la cocina en zonas que requieren una mayor inversión y áreas en las que se pueden bajar las exigencias. Por ejemplo, para la encimera de trabajo principal, puedes elegir un material porcelánico de alta resistencia al rayado, las manchas y el calor y en cambio, para las zonas de apoyo o trabajos en seco, un tablero enlistonado de madera, por ejemplo.
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Trucos que le aportan calidad a un equipamiento básico. La luz natural y la posibilidad de comunicar la cocina directamente con el exterior, con una puerta balconera, aportarán calidad visual y amplitud, así como revalorizarán su funcionamiento, cambiando la percepción estética de un equipamiento básico.
Otra forma de mejorarlo es customizando la composición de los módulos para salir de lo estrictamente estándar. Por ejemplo, combinando alturas, modelos abiertos y cerrados o mezclando acabados. También concentrando el foco de la cocina en una superficie determinada que atraiga todas las miradas, por ejemplo, en un azulejo de color.
Otra forma de mejorarlo es customizando la composición de los módulos para salir de lo estrictamente estándar. Por ejemplo, combinando alturas, modelos abiertos y cerrados o mezclando acabados. También concentrando el foco de la cocina en una superficie determinada que atraiga todas las miradas, por ejemplo, en un azulejo de color.
No es necesario gastar en exceso para tener una iluminación sectorizada y puntual de calidad sobre encimeras y areas de paso. Lo puedes hacer, por ejemplo, mediante flexos de pared o de pinza, linestras de luz LED bajo muebles o pantallas de suspensión.
Por último, un proyecto “low cost” no tiene porque durar poco. Opta por propuestas a largo plazo que no dependan exclusivamente de las tendencias del momento. Si te asesoras con un profesional, a la larga gastarás menos, ya que un arquitecto/a o interiorista sabe enlazar todas las partidas, y conoce cuáles son los materiales más económicos y adecuados para cada solución.
CUÉNTANOS…
¿Crees que es posible tener una cocina económica sin renunciar a la estética? Envíanos tu opinión a la sección de comentarios
Por último, un proyecto “low cost” no tiene porque durar poco. Opta por propuestas a largo plazo que no dependan exclusivamente de las tendencias del momento. Si te asesoras con un profesional, a la larga gastarás menos, ya que un arquitecto/a o interiorista sabe enlazar todas las partidas, y conoce cuáles son los materiales más económicos y adecuados para cada solución.
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Configurar un espacio ajustado a tus necesidades contribuirá a reducir el presupuesto de partida. Por ejemplo, si tienes menos utensilios y vajilla, reduces la cantidad de muebles, así como la capacidad de los electrodomésticos, con lo que la distribución puede compactarse y resolverse con planteamientos más sencillos, como por ejemplo, con un desarrollo longitudinal y adosado a una pared.
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