Visita privada: Estilo 'vintage' en el primer hogar de una pareja
Lucía y José recorren el mundo grabando bodas. Su refugio en Valencia es un piso lleno de recuerdos y piezas retro.
Hace un par de años conocimos en Houzz a Lucía Martínez y Jose Puchades, una pareja de videógrafos apasionados de la decoración y especializados en destination weddings que desde 2014 viajan por todo el mundo persiguiendo a novios que deciden celebrar sus bodas en Estados Unidos, Holanda, Italia, Francia o Hawái. Se consideran nómadas laborales, porque pasan muchas semanas lejos de Valencia. Ya han vivido en cinco viviendas de alquiler, entre ellas, el bonito piso que Houzz visitó en 2017; la nueva, primera en propiedad que han podido reformar a su gusto, tiene una zona de día abierta muy luminosa. “No nos gustan esas casas en blanco y negro que parecen hoteles”, cuenta Lucía. Lo comprobamos por segunda vez.
ANTES: La distribución original contaba con cinco habitaciones, la mayoría eran cuartos ciegos sin ningún entrada de luz natural. “¡Estaba fatal! Dentro del piso había palomas y olía mal”, cuenta Jose.
A pesar del estado en el que se encontraron la casa, la pareja lo tuvo claro en cuando lo vio: “era perfecto. Se lo decíamos a la persona de la inmobiliaria y no entendía nada”, cuenta Lucía entre risas.
A pesar del estado en el que se encontraron la casa, la pareja lo tuvo claro en cuando lo vio: “era perfecto. Se lo decíamos a la persona de la inmobiliaria y no entendía nada”, cuenta Lucía entre risas.
DESPUÉS: Al unir espacios se ha conseguido pasar de un piso oscuro a otro lleno de luz. En la imagen, la cocina-comedor que es también el recibidor. Al fondo, en la zona interior de la vivienda, se encuentran los dormitorios.
De cara a mantener todos los elementos originales y dejarlos a la vista, la pareja tuvo que ingeniárselas para resolver el tema de las instalaciones. Por encima de la cocina, pusieron un tubo de estilo industrial para la climatización. “Cómo teníamos claro que no queríamos rebajar los techos, buscamos esta solución”, cuenta Jose. Así se respetan las alturas originales del piso: 350 cm en las zonas más altas y 330 en el resto.
De cara a mantener todos los elementos originales y dejarlos a la vista, la pareja tuvo que ingeniárselas para resolver el tema de las instalaciones. Por encima de la cocina, pusieron un tubo de estilo industrial para la climatización. “Cómo teníamos claro que no queríamos rebajar los techos, buscamos esta solución”, cuenta Jose. Así se respetan las alturas originales del piso: 350 cm en las zonas más altas y 330 en el resto.
Como decíamos, la entrada da paso directo al espacio abierto de la vivienda. Aunque la intención de la pareja era “mantener las puertas originales, esta es la única que pudieron salvar”, dice Jose.
A la izquierda, uno de las piezas preferidas del dueño: “es una foto que nos regaló nuestro profesor de fotografía y mentor, Manolo Millán, el día de nuestra boda. Es obra de Francisco Montó”, cuenta Lucía. “Siempre que íbamos a su casa, la veíamos y nos encantaba. En nuestra boda, nos la regaló; le dimos un sitio preferente en la nueva casa”, añade.
La alacena la compraron en un anticuario de Gata de Gorgos, Alicante. “Una cosa divertida de viajar tanto es que a veces te pierdes callejeando y encuentras tiendas y anticuarios chulísimos”, comparte la dueña.
A la izquierda, uno de las piezas preferidas del dueño: “es una foto que nos regaló nuestro profesor de fotografía y mentor, Manolo Millán, el día de nuestra boda. Es obra de Francisco Montó”, cuenta Lucía. “Siempre que íbamos a su casa, la veíamos y nos encantaba. En nuestra boda, nos la regaló; le dimos un sitio preferente en la nueva casa”, añade.
La alacena la compraron en un anticuario de Gata de Gorgos, Alicante. “Una cosa divertida de viajar tanto es que a veces te pierdes callejeando y encuentras tiendas y anticuarios chulísimos”, comparte la dueña.
La cocina es el sitio preferido de Lucía. Aunque viajan mucho, “una buena parte del trabajo se hace en casa, editando los vídeos de las bodas. La cocina es el espacio más importante para nosotros, porque cuando estamos aquí, nos encanta cocinar e invitar a amigos”, explica Lucía.
La mesa de comedor es una tocinera francesa de casi tres metros que encontraron en El Rastro de Madrid. “Algunas de las sillas eran de casa de mis padres; otras, fuimos encontrándolas en El Rastro o tiendas”, desvela Lucía.
La mesa de comedor es una tocinera francesa de casi tres metros que encontraron en El Rastro de Madrid. “Algunas de las sillas eran de casa de mis padres; otras, fuimos encontrándolas en El Rastro o tiendas”, desvela Lucía.
“Solo tenemos lámparas de pared o sobremesa. Así conseguimos una iluminación más cinematográfica. Teníamos claro que no queríamos luces en el techo –generan una sombras muy antiestéticas”, cuenta Jose.
En la cocina, han colocado unos apliques de porcelana blanca de estilo retro. “Nos decidimos por ellos a raíz de ver cosas parecidas en restaurantes en París y Ámsterdam. Son de una ferretería de barrio”, explica Lucía.
En la cocina, han colocado unos apliques de porcelana blanca de estilo retro. “Nos decidimos por ellos a raíz de ver cosas parecidas en restaurantes en París y Ámsterdam. Son de una ferretería de barrio”, explica Lucía.
La pareja buscaba un piso de espacios diáfanos y amplios, con una arquitectura llena de personalidad.
“Queríamos vigas y paredes de ladrillo, que se viese la historia de la finca, respetar sus elementos y darle un toque personal y hogareño con nuestras cosas”, explica Lucía. En la imagen, la zona de cocina-comedor, abierta al salón, que también hace las veces de recibidor.
“A base de visitar pisos hemos aprendido muchas cosas. Hasta el año 41 se construía todo con viga de madera, así que antes de visitar una casa consultábamos el catastro para comprobar el año. Además, las medianeras contrafinca tienen ladrillos caravista. Así que, ya sabíamos que en este piso teníamos las dos cosas aunque estuvieran tapados”, añade Lucía.
Ideas y consejos de profesionales para renovar tu piso en la sección ‘Reformas’ de la Revista Houzz España
“Queríamos vigas y paredes de ladrillo, que se viese la historia de la finca, respetar sus elementos y darle un toque personal y hogareño con nuestras cosas”, explica Lucía. En la imagen, la zona de cocina-comedor, abierta al salón, que también hace las veces de recibidor.
“A base de visitar pisos hemos aprendido muchas cosas. Hasta el año 41 se construía todo con viga de madera, así que antes de visitar una casa consultábamos el catastro para comprobar el año. Además, las medianeras contrafinca tienen ladrillos caravista. Así que, ya sabíamos que en este piso teníamos las dos cosas aunque estuvieran tapados”, añade Lucía.
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En la zona del salón, destaca el mueble de estilo midcentury que aloja la cadena de música. “Lo compramos en una tienda de Denia; el dueño trae muebles ingleses a España y allí lleva piezas de estilo castellano”, desvela Lucía.
“Yo quería llenarlo todo de plantas. Costó un poco hasta que le cogimos el punto de riego. El truco es regarlas poco; en realidad, menos de lo que pensamos”, aconseja Jose.
“Yo quería llenarlo todo de plantas. Costó un poco hasta que le cogimos el punto de riego. El truco es regarlas poco; en realidad, menos de lo que pensamos”, aconseja Jose.
En la imagen, la zona de estar con un sofá que ya estaba en el piso anterior. “Cambiándonos tanto de casa nos hemos dado cuenta de que es difícil reutilizar muebles, porque suelen estar pensados para el sitio para el que lo compraste”, cuenta Jose.
La experiencia de pasar por cinco casas también les ha dado una idea muy clara sobre lo que les gusta en decoración. “Tenemos un estilo ecléctico, no nos casamos con nada. Nos encanta combinar todas las decoraciones sin complejos”, explica Lucía.
“Los importante es tener cosas que digan de nosotros. Por eso hay tantos recuerdos y objetos especiales de viajes y amigos”, añade Jose.
La experiencia de pasar por cinco casas también les ha dado una idea muy clara sobre lo que les gusta en decoración. “Tenemos un estilo ecléctico, no nos casamos con nada. Nos encanta combinar todas las decoraciones sin complejos”, explica Lucía.
“Los importante es tener cosas que digan de nosotros. Por eso hay tantos recuerdos y objetos especiales de viajes y amigos”, añade Jose.
Volviendo al aparador, encontramos dos de los objetos preferidos de los dueños. El primero es la letra T sobre uno de los altavoces: “es del tío de Jose que hace carteles luminosos; lleva con nosotros desde el primer día que vivimos juntos”, cuenta Lucía. “También nos encanta la foto de México de Laura Sillerías”, añade. La otra imagen es una hoja de contactos de Elliott Erwitt sellada por Magnum; un regalo de dos amigas por la boda de la pareja.
DESPUÉS: “Las bajantes que van al baño del dormitorio pasan por la zona de la pared del cabecero, así que hicimos el escalón del tamaño exacto de una pata de somier, para poder apoyar la cama y aprovechar el espacio”, explica Jose. Este pequeño truco les ayudó a exprimir los centímetros cuadrados del dormitorio. Sobre la cama, estanterías llenas de recuerdos personales.
Encuentra en Houzz a los mejores arquitectos
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En la distribución original de la casa, la cocina y el baño estaba ubicados en la zona interior, donde ahora están los dormitorios. “Tuvimos que pasar las tuberías y bajantes por todo el baño hasta llegar a la nueva cocina, así que aprovechamos el retranqueo para hacer una estantería de obra en todo el largo de la ducha”, explica Jose.
Nos despedimos de Jose y Lucía admirando la bonita puerta de entrada original al piso, que se ha conservado tal cual.
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Quién vive aquí: Lucía Martínez y Jose Puchades, videógrafos y fundadores de Anker Prod
Situación: Valencia
Superficie: 90 metros cuadrados.
Fotografía: Charles Mercier
“No hay que tener miedo a comprar algo que esté hecho polvo porque siempre se puede restaurar”, reflexiona Lucía, experta junto a su pareja en encontrar joyas en rastros. Esta filosofía también les ha servido a la hora de buscar su nueva casa, donde posan para Houzz delante del aparador midcentury que preside la zona de estar.
Se trata de una vivienda antigua que ellos mismos han rediseñado y decorado. “El anterior propietario intentó reformarlo, pero se quedó en la fase de derribo. Cuando entramos, el suelo estaba levantado y se veían las vigas del piso de abajo”, recuerda Lucía. Tras la reforma se han reservado la mayor parte de los metros cuadrados para la zona de día abierta con salón, cocina y comedor integrados.